Estoy seguro de que absolutamente todos vosotros habéis visto alguna vez en vuestra televisión ese hormigueo de puntos blancos y negros cuando aparecía un canal que estaba sin programar. Nunca le dimos importancia, nunca pensamos más allá de los titilantes puntitos. Pero, ¿y si pensamos en que es el eco de la creación del universo tal como lo conocemos? Efectivamente, es una prueba remanente del Big Bang en "forma" de radiación electromagnética.
Su nombre en inglés, Cosmic Microwave Background, abreviado como CMB. También se conoce como radiación de fondo de microondas dado que su frecuencia, una de sus características por el hecho de ser una onda, tiene un valor de 160.2 GHz y una longitud de onda de 1'9 nm por lo que pertenece al intervalo de frecuencias en el que están acotadas las microondas (ver imagen 1). Además, posee características de la radiación que emite un cuerpo negro de 2.725K.
En el año 1992, el satélite COBE, de la NASA, notificó la detección de anisotropías*, concretamente, desviaciones de la temperatura comparándola con el valor medio de la misma. Hay dos tipos de anisotropías para el CMB, la primaria, por efectos que tienen lugar en la última superficie de dispersión y en la anterior; y la secundaria, por interacciones, por ejemplo, con gases calientes o campos gravitatorios entre la última superficie de dispersión y el observador.
*La anisotropía es la propiedad general de la materia, que la caracteriza; debido
a ella, ciertas propiedades físicas, entre ellas la temperatura, varían en función de la dirección en que miden.
El CMB está polarizado con un nivel de unos cuantos microkelvins. Hay dos tipos de polarización, llamados modos E y B. Lo que presenta una analogía con la electrostática, en que el campo eléctrico (campo E) tiene un rotacional evanescente mientras que el campo magnético (campo B) tiene una divergencia evanescente. Los modos E aparecen de forma natural a partir de la difusión Thomson en un plasma heterogéneo. Los modos B, que no han sido medidos y se piensa que tienen una amplitud de como mucho 0,1µK, no se producen únicamente a partir del plasma. Son una señal de la inflación cósmica y son determinados a partir de la densidad de las ondas gravitacionales primigenias. La detección de los modos B es extremadamente difícil, particularmente dado que el grado de contaminación de fondo es desconocido y la señal de las lentes gravitacionales mezclan la fuerza relativa del modo E con el modo B.
Aquí os dejo otro enlace que considero interesante:
Cita: "Dicen que el hábito es una segunda naturaleza, quien sabe, empero, si la naturaleza no es primero un hábito". Blaise Pascal
NO hagamos de lo difícil, algo lleno de palabrerías, para expresar nuestros prejuicios.
ResponderEliminarLo que viene como microondas son fotones, estos no dicen “vengo del más allá”, los recibimos.
La primera cosa, es que hay que arreglarlos, imaginando que estamos en “reposo”.
La segunda, es evidente que la mayor parte viene de la Vía láctea, al igual que cualquier radiación, desconocer que de la Vía láctea viene microondas, es taparse los ojos: "13 de febrero 2012 la misión Planck de la ESA ha puesto de manifiesto que nuestra galaxia contiene islas antes no descubiertas de gas frío y una bruma misteriosa de las microondas."
Después los ingenieros han tenido que hacer una diferencia espectral increíble, para poder diferenciar lo que parece uniforme.
En otras palabras, la necesidad de demostrar lo improbable, mina cualquier investigación, ya que en todos los casos lo necesario es mostrar su posición, no la observación objetiva.
Si tanto de la Vía Láctea nos viene este tipo de radiación (que nada tiene que ver con “fondo”), porque se aferran al fondo. Ver: “Parche de la radiación de fondo”: http://alejamientogalaxias.blogspot.com.ar/